San Marino

San Marino nació en el seno de una familia cristiana en Rab, una isla de Dalmacia en el año 275,  fue de oficio albañil y picapedrero.

Fundó la República que lleva su nombre en el año 301 y murió en el año 366.

Su Santoral se festeja el día 3 de septiembre.

 

¿Quien fue San Marino?

San Marino

 

A finales del siglo III Marino llegó a Monte Titano, acompañado de Leone (San Leo).

Ambos trabajaron en la reconstrucción de las murallas de Rimini destruídas por Demostenes, rey de los liburnos.

Enviados por orden de Diocleciano y Maximiliano, con más de 250 trabajadores de todo el imperio, se destacaron por su expertiz en el oficio y su altura moral.

Terminada su labor, fueron destinados a otras canteras para más tarde establecerse Leo en Montefeltro y Marino en Rimini, donde comenzaron con la difusión del Evangelio y la fe cristiana.

Durante doce años estuvo Marino predicando y elevando su fama de hombre virtuoso y dedicado a la difusión del cristianismo en estas tierras.

Un día apareció en el lugar una mujer que decía ser su esposa que se queria acercar al santo, pero el la rechazaba, entonces despechada, lo acuso ante un tribunal.

La creencia popular dice que esa mujer era la personificación del Diablo, decidido a tentar a un hombre Santo como Marino para que abandonara su vida dedicada a Dios y a la difusión de Su Palabra.

Entonces Marino, ante el asedio de la mujer y la amenaza de la denuncia ante un tribunal de justicia, huyó al Monte  Titano y se escondió en la cueva de Baldasserona durante un año, alimentándose de bayas y rezando.

Como fue encontrado allí por unos pastores que dieron aviso a la mujer, se ocultó en la gruta durante seis días a orar.

La mujer desistió de seguir persiguiéndolo y volvió a Rimini, donde confeso sus mentiras y murió.

Luego de salir de la gruta,  Marino  se fue a la cima del monte donde construyó una pequeña iglesia en honor a San Pedro Apóstol y una celda como refugio.

El milagro de San Marino

El hombre santo fue amenazado por la dueña de la tierra del monte para que saliese de allí, una viuda de nombre Felicissimas. Esta envió a su hijo Verissimo para desalojarlo, pero el santo resistió y con la oración paralizó y enmudeció al hijo de la viuda.

Al ver lo que había sucedido la madre de Verissimo le pidió al santo que curara a su hijo y él nuevamente con el poder de la oración lo repuso por completo.

Agradecida la mujer le entregó parte de la tierra para que él se quedar allí y continuara con sus oraciones y labor evangélica en ese lugar, para que sembrara la semilla de Dios.

Toda la familia entonces se convirtió entonces al cristianismo, gracias al obrar milagroso de San Marino.

San Marino Diácono

Llegaron a oídos del Obispo de Rimini las acciones milagrosas de Marino, entonces San Gaudencio lo ordenó Diácono para que pudiera bautizar y convertir a mas personas al cristianismo.

En ese mismo momento ordenó sacerdote a San Leo, amigo y compañero de oficio de San Marino.

Marino continúo viviendo en la cima del monte hasta su muerte y una ciudad creció alrededor de su iglesia y su casa.

La  libertad como fundamento

Cuentan los relatos tradicionales que el hombre santo, poco antes de morir, reunió a los pobladores del pequeño pueblo y pronuncio las siguientes palabras:

«Relinquo vos liberos ab utroque homine» (Os dejo libres de otros hombres).

Con esta frase, pilar fundamental de la independencia de la República europea más antigua, se explica que se libró del poder del Imperio Romano de Occidente y de los Estado Pontificios, para erigirse en una ciudad-estado independiente que perdura hasta el día de hoy.

 

Esta población se declaró independiente en el siglo XI y es la actual República de San Marino.

El sitio oficial de San Marino, reza en su portada “una testimonianza de la libertá

Los restos  del hombre santo que fue capaz de crear un estado libre en tiempos de poderes absolutos,  descansan en la Iglesia construida por él en el siglo IV que es la actual Basílica de San Marino.

San Marino
Basílica de San Marino

San Marino es el Santo Patrono de la República independiente que lleva su nombre.

Iconografia

La imagen del San Marino es muy peculiar, se representa con un hombre sosteniendo un pequeño pedazo de tierra, que es el país que el mismo creó.

Una república que nació a partir del establecimiento de una pequeña Iglesia y que, sin embargo, su característica distintiva es haber logrado  la libertad e independencia del estado pontificio. En próximos post volveremos con más teoremas al respecto.

 

 

 

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